En las últimas semanas la Unión Independiente de Transportistas Autónomos y sus asociados hemos presenciado un espectáculo entristecedor, una representación en la que, una vez más, se ha intentado poner en duda la fuerza de la unión de los transportistas.
Es por ello que UITA se ve en la obligación de denunciar una actitud poco honesta tanto de Arcelor Mittal como de otras organizaciones que han dejado de manifiesto que no están por los compañeros del transporte si no por sus propios números.
En primer lugar, Arcelor Mittal lanza un globo sonda en todas sus factorías europeas, anunciando una bajada unilateral del precio del transporte de un 5% sin ni siquiera convocar a sus proveedores de transporte para negociar.
Esta bajada de precios anunciada se realiza a expensas de unos contratos suscritos con los cargadores y afectando a terceros, los transportistas, para los que una bajada del 5% puede suponer un quebranto desproporcionado. Los transportistas, quienes prestan los servicios amenazados, no se han tenido en cuenta para nada.
Precisamente al hilo de la gratuidad de las pretensiones de Arcelor, recordamos que los precios impuestos llevan sin actualizarse al IPC más de 20 años, ¿donde estará Defensa de la Competencia que permite estos abusos?
En el otro palco de este teatro, algunas asociaciones conocidas por todos, se han apresurado a ponerse medallas a costa de una negociación precipitada que no deja claro en defensa de qué intereses se realiza. En UITA tenemos nuestras dudas de que su actuación haya sido en defensa de los transportistas, más bien intuimos que la negociación ha tenido el objetivo, no tanto de evitar la bajada de los precios, si no de ofrecer la garantía a la multinacional de que no habrá peticiones de subida de precios o ni siquiera de actualizarlos en base a unos costes que no se tienen en cuenta desde hace más de 20 años.
¿Para qué queremos ese observatorio de costes si nadie se puede aproximar a él, si no se puede hacer exigible su contenido? Parece que ese observatorio nos ve a los transportistas como a extraterrestres, como si nuestras familias y nuestros costes no estuvieran afectados por las variaciones del IPC.
En definitiva, es triste decirlo, colaboradores del sector en contra de él, se merecen un aplauso por seguir manteniéndolo en la misma ruina y con tendencia bajista, manteniendo cada paso a los que proponen medidas traumáticas en vez de dar un paso hacia delante, hacia lo que es de justicia.
La falta de unión en el sector abre la puerta a todos estos abusos, imposición de precios sin negociación, amenazas de boquilla y de facto e incluso vetos a muchos transportistas para que no puedan entrar en sus instalaciones sin motivo ni razón, prácticas día a día contra los transportistas que nadie quiere ver.
Y con todo esto debe entenderse que, cuando hablamos de transportistas, nos referimos a aquellas personas que realmente mueven las mercancías, y no al conglomerado confuso de figuras relacionadas con el sector que la defectuosa Ley de Transporte (LOTT) llama “transportistas”.
Arcelor Mittal es una multinacional del acero líder mundial de producción y presente en 60 países, pero ¿que pasaría si de la noche a la mañana, se encontrara que los transportistas se niegan a realizar transporte en sus factorías y exigieran la actualización de los costes que llevan décadas sin actualizar? ¿qué pasaría si se exigieran unas condiciones de respeto y de ética para los transportistas?
Nadie se imagina los millones de euros que se pondrían en juego en tan solo dos días de brazos caídos del transporte, posiblemente las imposiciones ilegales y los abusos de algunos responsables de los distintos departamentos contra los transportistas se cambiarían y se verían obligados a reflexionar sobre sus modos y su actitud. Es necesario que los abusones se den cuenta de que humillar al sector bajo amenazas no sirve a ningún objetivo digno, es necesario rescatar la cordura, el respeto y un ambiente para la negociación real a la altura de lo que merece el sector.
Por último nos gustaría recabar la unidad del sector para desligarnos de toda esta panda de farsantes, alimentados por la Administración dentro del Comité Nacional del Transporte por Carretera, farsantes dedicados a dividir y beneficiados por subvenciones millonarias para su propio sustento, todo ello a costa de nuestros impuestos.
Os llamamos a la unidad para recobrar el rumbo que nos han hecho perder:
En definitiva, cambiemos el pie a estos lobbies que hace tiempo se dedicaron a vendernos a bajo precio y a legislar a su conveniencia sin tener en cuenta los verdaderos protagonistas.